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Muchos
tomamos la palabra de Dios en vano, no le damos la importancia debida;
es más ni siquiera le ponemos atención, mucho menos la ponemos por obra,
pero si queremos cambios trascendentales en nuestra vida, cambios que
reflejen la imagen de Cristo en nuestro ser y forma de vida, debemos
realmente vernos en el espejo de la palabra de Dios hasta que Jesús se
refleje en mi ser, y solo podrá transformarnos y limpiarnos al leerla,
al escucharla, al compartirla y al confesarla con fe, tenemos que buscar
que la palabra hagas huella en nosotros que se refleje en nuestra forma
de vida en casa, en la calle, en el trabajo, en la escuela y en
cualquier lugar en donde nos movamos, que la presencia de Dios nos
acompañe; no solo en la iglesia, es hora de quitarnos la máscara, que
nuestra conducta de vida hable más que lo que decimos, que nuestra vida
sea un reflejo de Cristo Jesús en nosotros para la gloria y honra de
nuestro Padre y Buen Dios.
Con mucho amor para ti.
Apocalipsis 21:27 Y no entrará jamás en ella ninguna cosa inmunda, ni quien haga abominación, o diga mentira; sino solamente aquellos que están escritos en el libro de la vida del Cordero.
Juan describe que él vio, una ciudad, el reino de Dios y la describe
cuan preciosa es, Dios le muestra y le confirma lo que Jesus le había
dicho cuando estuvo con los discípulos, pero el mismo recibe una palabra
que es: “NO ENTRARA JAMAS EN ELLA COSA INMUNDA”, es por eso que Dios
está limpiando y preparando a su iglesia para poder ir a morar a la
patria celestial, es necesario que toda la inmundicia del mundo salga de
nuestro corazón, que nos esforcemos por vivir en santidad a Jehová,
debemos esforzarnos porque nuestro nombre permanezca escrito en el libro
de la vida, que no sea borrado y que un día podamos ver a Dios tal y
como él es.
Juan 14:2 En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. 3 Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
Ahora Juan ha visto la santa ciudad del reino de Dios y el mismo
certifica escribiendo lo que vio, puedes leer todo el capítulo de
apocalipsis 21, pero el propósito de hoy es enseñarte que la palabra de
Dios nos enseña, nos instruye, nos limpia y nos santifica, Juan pudo
apreciar, ver y certificar que existe; por eso el testifica de la Santa
Ciudad es verdad lo que dijo Jesús fue a prepararnos lugar para habitar
junto a él preparémonos busquemos la santidad de Dios.
Dios nos habla de leer la palabra con un propósito
Juan 17:17 Santifícalos en la verdad. La palabra tuya es la verdad misma.
Dios es santo y una de las primeras obras de Dios en nuestra vida es
santificarnos, por eso nos instruye en que debemos de leer su Palabra
Santa porque a través de la lectura y la búsqueda de la verdad, el nos
ira limpiando, cambiando y transformando para poder habitar en su reino,
es una promesa de Jesús hecha a los hombre, que donde el esta estaremos
nosotros, pero solo podremos entrar santos, puros sin mancha y si
arruga, leamos la palabra de Dios para poder alcanzar el galardón que
Dios nos ofrece; la vida eterna, que el propósito de Dios de
santificarnos se cumpla conforme leemos su palabra y que este propósito
nos habilite para el servicio a Dios y gloria de su nombre.
Dios nos habla de orar en todo tiempo
Efesios 6:18 Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Dios mismo nos exhorta que oremos en todo tiempo, también habla que
velemos y que perseveremos en la oración, porque cuando oramos la unción
del Espíritu Santo desciende sobre nosotros y nos ayuda en nuestras
debilidades y no da la fuerza para luchar y seguir paso a paso las
instrucciones de Dios Padre a través de su palabra, muchos dicen es que
no tengo tiempo, pero estamos viviendo tiempos tan difíciles que tenemos
que buscar el tiempo para tener intimidad con Dios; Daniel aun en
peligro de muerte oraba sin cesar por el pueblo de Israel y lo hacía
tres veces al día, hoy es el día de empezar a orar sin cesar, por esta
nación y el mundo, orar es hablar con Dios; hablar con Dios es esperar
una respuesta, hablar con Dios es conocer la plenitud de su presencia,
hablar con Dios es acercar ese milagro esperado y ver las tinieblas caer
y ser vencidas por Dios Padre, en el nombre de Jesús y con el poder de
su espíritu.
Daniel 6:10 Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como lo solía hacer antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios.
Daniel sabia del edicto firmado que la pena era la muerte, pero esto no
le impidió buscar como de costumbre el tiempo para arrodillarse y
humillarse para buscar el consuelo, la fuerza, el poder y la sabiduría
de Dios para seguir adelante, busca la sabiduría de lo alto dobla tus
rodillas y pide a Dios revelación y sabiduría de su palabra, debemos ser
trasformados por el poder de Dios. Debemos esforzarnos en pelear la
buena batalla y esta se gana de rodillas.
Dios nos habla de congregarnos
Deuteronomio 31:12 Reúne a todo el pueblo, a los hombres, las mujeres, los niños y los inmigrantes que vivan en tus ciudades, para que puedan oír y aprendan a respetar al Señor tu Dios y obedezcan cuidadosamente todas las palabras de esta ley,
congrega al pueblo fue la orden del señor Dios todo poderoso, pero
aclaro vengan las familias completas; hombres mujeres y niños, Dios es
generacional y el bendice las familias en grupo no individualmente, el
quiere que todos nos congreguemos para oír su palabra, para que
aprendamos de ella a respetar y amar a Dios sobre todas las cosas, y que
aprendamos más que todo a vivir en obediencia y reverencia al Rey de
reyes y Señor de señores, que nos congreguemos para que haya una
relación corpórea dentro del pueblo de Dios, para aprender a vivir en
armonía, y ser de un mismo pensar y un mismo sentir en Cristo Jesús.
David decía algo muy importante:
Salmos 27:4 Sólo una cosa le pido al Señor: Habitar en la casa del Señor por el resto de mi vida. Así podré disfrutar el placer de estar junto al Señor y visitarlo en su templo.
Cuando el rey David experimento el congregarse para buscar la presencia
de Dios expresa que le pide una cosa a Dios: Habitar en la casa del
Señor por el resto de su vida, solo imagina como el disfrutaba y se
gozaba en la presencia de Dios congregándose; buscando cada día mas la
comunión con el Padre, que le pide a Dios que lo quiere hacer por el
resto de su vida, busquemos congregarnos, que deseemos y anhelemos como
David hacerlo por el resto de nuestra vida, tenemos que prepararnos para
la pronta venida de Jesús; el arrebatara a su iglesia amada.
Dios nos habla de prepararnos
Josue 1:7 Pero tienes que ser fuerte y valiente, obedeciendo los mandamientos que te dio mi siervo Moisés. Si te mantienes fiel a ellos triunfarás donde quiera que vayas. 8 Repite siempre las palabras del libro de la ley de Moisés. Estúdialo día y noche, de manera que puedas actuar de acuerdo a lo escrito en él, para que te vaya bien y tengas éxito.
Para ser un buen servidor de Dios debemos de prepararnos, capacitarnos y
más que todo instruirnos en la palabra de Dios, Josue tenía 85 años
cuando Dios le manda que se capacite en la palabra de Dios, le dice que
aprenda, que estudie en la palabra de Dios y así pueda el actuar
conforme a la voluntad de Dios, así tu andar será para agradar a Dios y
agrega dos promesa Primero: triunfaras a donde quiera que vallas y la
segunda: que te irá bien y tendrás éxito en todo lo que hagas, prepárate
para servir a los propósito de Dios, que su palabra sea escuchada en
todo lugar.
Dios nos habla de compartir la palabra recibida
Mateo 28:19 Así que hagan seguidores en todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enséñenles a obedecer todo lo que yo les he mandado. Tengan presente que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.
Cuando uno empieza a compartir la palabra de Dios, Dios empieza a
revelarnos su palabra y nos ayuda a ejercitarnos, nos ayuda
personalmente a crecer espiritualmente y a la vez estamos cumpliendo sus
mandato de ir a predicar su palabra y de hacer discípulos, el mandato
es en todas las naciones, pero lo más importante es que empecemos por
nuestra casa, con nuestra familia, recuerda que la palabra de Dios es
clara y Jesús promete además estar a través del Espíritu Santo con
nosotros siempre, la sabiduría de la palabra vendrá por revelación de
Dios a través de su Espíritu, predica y llénate de Dios, debemos
trabajar sin cesar en la obra de Dios, hay muchas almas perdidas sin
esperanza que necesitan ser rociados con la sangre salvadora de Jesús el
hijos de Dios.
La palabra de Dios nos habla de vivir la en santidad
Levíticos 11:45 ‘Porque Yo soy el SEÑOR, que los he hecho subir de la tierra de Egipto para ser su Dios; serán, pues, santos porque Yo soy santo.’”
Dios desde que tomo a Israel como pueblo empezó a decirles sed santos
porque yo su DIOS SOY SANTO, es por eso que Dios quiere que nos
esforcemos en vivir en santidad, porque sin santidad nadie vera a Dios,
no entrara en su reino nada inmundo, es por eso que tenemos que
limpiarnos y esforzarnos por mantenernos limpios, santos y puro ante
Dios, muchos dirán es difícil vivir en santidad y es verdad; pero Jesús
mismo dijo: lo que es difícil para los hombres es posible para Dios, ya
que es él quien hace la obra en todos nosotros, Dios no anda buscando
hombres perfectos, si no hombres y mujeres que se dejen y quieran ser
trasformados por el poder y el amor de Dios, hay que aprender a vivir en
santidad y amor.
Éxodo 28:36 “Harás también una lámina de oro puro, y grabarás en ella, como las grabaduras de un sello: ‘SANTIDAD (CONSAGRADO) AL SEÑOR.’
Este sello Dios lo quiere poner en el corazón del hombre, busca y sigue
la santidad de Dios para santificar tu vida, debemos consagrarnos para
el señor, solo así el podrá operar en nosotros los cambios necesarios
para llevarnos a la altura que él quiere que tengamos para poder vivir
en su reino Celestial.
Dios nos habla de visitar al necesitado y
afligido llevando consuelo con su palabra, pero ante todo nos dice sed
hacedores de la palabra no solo oidores, tenemos que aprender de la
palabra, armarnos bien y salir a las calles a conquistar la tierra que
Dios puso delante de nosotros, así le dijo él a su pueblo esta es ahora
su tierra vallan y conquístenla, vamos hermano no te quedes sentado,
vamos a conquistar la tierra para la gloria de Dios; llevando el mensaje
de salvación de su hijos amado Jesús, amen y amen.
Padre Santo, Padre buenos santifícame en
tu verdad, que tu palabra trasforme mi ser a tu voluntad, aunque esto
duela; pero quiero servirte, quiero ser útil, quiero dar frutos, no
quiero ser como la higuera que se seco, quiero ser como el árbol
plantado junto al rio y cada día poder beber de tu Espíritu Santo para
sanidad de mi alma y para predicar cada día de mi vida tu palabra, que
yo pueda testificar siempre que fuiste tú, y de cuan grandes cosas has
hecho tu por mi, Padre habilita en mi tus dones y usa este vaso de barro
que soy, para la gloria de tu nombre. Amen y amen.
Te amo Padre, te amo Jesús te amo Espíritu Santo.Con mucho amor para ti.