Ir al contenido principal

DIOS, EL TODO EN TODOS“







„A Dios lo conocemos cuando conocemos sus caminos, pero le entendemos sólo cuando tenemos su corazón.“




Alabaré a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos. Grandes son las obras de Jehová, buscadas de todos los que las quieren. Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre. Ha hecho memorables sus maravillas; clemente y misericordioso es Jehová. Ha dado alimento a los que le temen; para siempre se acordará de su pacto. El poder de sus obras manifestó a su pueblo, dándole la heredad de las naciones. Las obras de sus manos son verdad y juicio; fieles son todos sus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud» (Salmos 111:1-8). ¿Quién que conozca al Señor y a sus obras no se regocija y alaba? Las obras de Jehová son dignas de ser recordadas, celebradas, publicadas y «buscadas por todos los que se deleitan en ellas» (Salmos 111:2, Biblia de las Américas). Por tanto, podemos decir que hay tres motivos primordiales por los cuales los hijos de Dios le alabamos y nos regocijamos en él:

Primero, le alabamos por lo que él es; por sus atributos, su carácter y todo lo que constituye su persona. Por ejemplo, la Biblia dice: «Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia... Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia. Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras» (Salmos 106:1; 145:7-9).

Segundo, le alabamos por lo que él ha hecho. El salmista escribió: «Cantad a Jehová cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado, y su santo brazo... Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza» (Salmos 98:1; 145:3-6).

Tercero, le alabamos por lo que él ha dicho. Los cánticos del salterio dicen: «Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; de generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; en los cielos mismos afirmarás tu verdad. Hice pacto con mi escogido; juré a David mi siervo, diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia, y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Jehová, tu verdad también en la congregación de los santos... No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios. Una vez he jurado por mi santidad, y no mentiré a David. Su descendencia será para siempre, y su trono como el sol delante de mí» (Salmos 89:1-5, 34-36). «Aclamad a Jehová con arpa; cantadle con salterio y decacordio. Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien, tañendo con júbilo. Porque recta es la palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con fidelidad. Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca» (Salmos 33:2-4,6).

La adoración verdadera no es una mera forma, ni un mandamiento aprendido, y mucho menos una liturgia muerta, vana y formalista. La adoración de los que conocen y aman a Dios es una expresión viva, genuina y espontánea que manifiesta nuestro verdadero sentir por la persona de nuestro Dios. La adoración expresa el grado de amor, respeto y gratitud que existe en nuestro corazón por nuestro Padre divino. Si conocemos al Señor, sin duda que le vamos a admirar y por consiguiente, ponderaremos con máxima expresión todos sus atributos. Si sus obras nos han sido manifiestas, de seguro que no cesaremos de celebrarlas y recordarlas. Cuando Dios es nuestra causa, nos alegraremos grandemente por todos los triunfos de su propósito. Cuando nuestros corazones están ligados a él por el perfecto vínculo del amor, compartiremos con él el mismo sentir de su alma. Cuando amamos a Dios es inevitable que deseemos su honra y procuremos su honor. Cuando entendemos quién es él, es fácil saber quiénes somos nosotros, entonces no nos será difícil darle su lugar.

Sólo los que han tenido una revelación de su gloria saben vivir a sus pies.
La señal más evidente de que un hombre no conoce a Dios es el orgullo. La Biblia dice que al hombre altivo Dios lo mira de lejos (Salmos 138:6). Así que la altivez es el polo opuesto a Dios. Dondequiera que pase el orgullo deja rastros de la ausencia de Dios. En cambio, la Palabra dice que Dios da gracia a los humildes (Santiago 4:6), y el profeta Isaías declaró: «Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados» (Isaías 57:15).

Mientras más tenemos de Dios, menos tendremos de nosotros. Cuando crecemos en Dios, menguamos en nosotros. Un aumento de Dios trae como resultado una reducción del yo. Dios reina de acuerdo a como piensa. El soberano del universo rige su propósito de acuerdo a su forma de ser. Podemos decir, entonces, que tal como es Dios, así es su reino. Dios es santo, por eso reina en santidad. El Señor es justo, por eso la justicia y el juicio son el cimiento de su trono (Salmos 89:14). Dios es verdad, por eso la verdad va delante de su rostro (v. 14). Dios es fiel y por eso la fidelidad le rodea (v. 8), y toda su obra es hecha con fidelidad (Salmos 33:4).Esa es la razón por la cual el salmista dice: «Jehová reina; regocíjese la tierra, alégrense las muchas costas» (Salmos 97:1). ¿Por qué debe haber regocijo si Jehová reina? Porque cuando Jehová reina prevalece y abunda todo lo bueno, lo justo, lo santo y lo verdadero. Todo es hecho con sabiduría, santidad, misericordia y gloria. ¿Por qué se regocijaban entonces todas las estrellas del alba? ¿Por qué alababan todos los hijos de Dios? Sin duda, expresaban su perfecto gozo y su inevitable satisfacción porque su Creador reinaba sobre todo y en todos.



Seguros en Cristo Ministry Col. 2.10 
Guildo Jose Merino 
www.tiemporeales.blogspot.com

Zürich / Schweiz

Aprende Inlges en 3 meses, asi de facil